Hoy os enseñamos un truco casero para conseguir que un objeto… ¡levite! En este caso se trata de un anillo de plástico, muy fácil de conseguir a partir de cualquier bolsa que tengamos por casa. ¡Conseguiremos que vuele y se mueva sin tocarlo! Con un simple globo y un poquito de electricidad estática, podremos manejar el anillo a nuestro antojo. ¿Te animas?
Materiales:
- Un globo
- Una bolsa de plástico.
- Unas tijeras
- Una prenda de lana o nuestro propio pelo
Pasos a seguir:
- Para hacer nuestro anillo volador, el primer paso es poner la bolsa de plástico en una mesa o cualquier otra superficie y estirarla bien. Una vez estirada, tenemos que doblarla a lo largo en cuatro trozos.
- Ahora, cortamos la parte inferior de la bolsa y medimos unos tres o cuatro dedos desde ese punto y volvemos a cortar. Cogemos el trozo recortado y lo abrimos: ¡este será nuestro anillo volador!
- Por otro lado, inflamos un globo y lo anudamos. Para que «vuele» nuestro anillo, lo único que tenemos que hacer es frotar repetidas veces el globo con alguna prenda de lana o simplemente nuestro pelo, y hacer lo mismo con la parte externa del anillo.
- Lanzamos hacia arriba el anillo de plástico y colocamos la parte que hemos frotado del globo de cara al mismo. Como podremos comprobar, se repelerán continuamente y dará la sensación de que el anillo está levitando.
¿Por qué sucede esto?
Al frotar ambos objetos con lana o pelo, lo que hemos hecho ha sido llenarlos de carga negativa. Al igual que en los imanes, las cargas del mismo signo se repelen, por lo que al colocar el globo debajo del anillo, éste lo repele hacia arriba y conseguimos que el anillo de plástico, al ser muy ligero, levite.