Como dijo George R. R. Martin, “un lector vive mil vidas antes de morir. La persona que nunca lee vive solamente una”. Y es que la lectura es uno de los actos más importantes de la vida. Gracias a ella nos informamos, aprendemos, entretenemos, aumentamos nuestra curiosidad y nuestro conocimiento, conocemos mundos nuevos, mejoramos la memoria… Sin duda esta es la magia de la lectura.
Los libros tienen un gran poder sobre nosotros. Gracias a ellos nos podemos sumergir en el mundo de la imaginación y la fantasía. Es muy importante que los padres busquemos la fórmula perfecta para que nuestros hijos tengan la oportunidad de engancharse al maravilloso mundo de las letras y sus infinitos mundos paralelos.
Que los niños nos vean leer en nuestros ratos libres es muy importante. Tenemos que tener en cuenta que, la mayoría de veces, nuestros hijos imitan las cosas que hacemos los adultos. De esta manera, los más pequeños tendrían la excusa perfecta para introducirse a la lectura. También hay otras fórmulas para incentivarla como leer los cuentos en voz alta, hacer juegos con las historias… Cualquier excusa es buena para convertirlos en pequeños grandes lectores.
A continuación, os proponemos algunos juegos y técnicas que os ayudarán a la hora de compartir e introducir la lectura. Entre plan y plan, tenéis la oportunidad perfecta para ¡empezar a probarlo!
- Crea un final alternativo: Es imposible que todos los finales de los cuentos que leen sean como ellos esperaban. Por eso, no hay un mejor plan en familia que decidir entre todos un final alternativo. Cada miembro de la familia propone su opción y entre todos se decide cual es la mejor para terminar el cuento. Cada uno tiene que justificar, según el desarrollo del libro, porque su opción es la más acertada. ¡Se lo pasarán genial!
- La historia en dibujos: Siempre, cuando leemos un libro, nos imaginamos las caras de los personajes, la decoración de las escenas… Cada persona se imagina las cosas de manera distinta. Es un buen ejercicio que, en familia, dibujéis las escenas más importantes del cuento. ¡Coger lápices de colores y poneros manos a la obra! De esa manera, podréis hablar sobre los pequeños detalles que os llamaron la atención, así como descubrir que cada uno imagina y ve las cosas de manera distinta. Recuerda que podéis dibujar tantas escenas o personajes como queráis. ¡No hay reglas!
- Imaginarse las voces y los gestos de los personajes: Otra opción es jugar entre todos a representar las voces de los protagonistas de la historia. Cada miembro de la familia escoge el personaje que le guste más y tendrá que imitar su voz y sus gestos (como ell@s se lo imaginan). De esta manera, conseguiréis que los niños empaticen aún más con el cuento escogido y tengan más ganas de empezar a leer otro libro.
- Convertiros en artistas: Esta propuesta ¡les encantará! Ha llegado el momento de representar el cuento que hemos leído a través de actores y actrices, o sea, vosotros. Todos los miembros de la familia están invitados a participar en la obra de teatro. ¡Hasta las mascotas que tengáis en casa! Sólo tenéis que definir un guión, quién es quién, ensayar unas cuantas veces vuestros personajes y ¡hacer la representación final! ¡Seguro que os quedará de 10!
¡Ya sabéis, larga vida a la lectura!