Durante estas semanas, descubrirás, con Lou y Elliot, el fascinante mundo de las conservas. Ellos nos enseñarán algunos truquitos para guardar en un bote un pedacito de verano y recordarlo el día del largo invierno que nos apetezca abrirlo. Los melocotones, los tomates, las moras… la fruta y las hortalizas en verano están buenísimas. ¡Qué lástima que no las podamos disfrutar todo el año!
Paciencia. Y otros ingredientes para conseguir la mejor conserva.
Las conservas necesitan tiempo. Concentrar el sabor de la fruta u hortaliza en un frasquito requiere paciencia. Pero también tiene su lado positivo: ¡toda la casa va a oler genial! Aprovecha el tiempo y haz mil planes mientras esperas que estén listas. Leer, pintar, bailar, jugar en el patio. Estamos en otoño y lo que más apetece es estar juntos en casa.
Conservar una tradición saludable y sostenible
Nuestros abuelos seguro que han hecho muchas veces conservas en casa y han compartido esta bonita tradición con sus hijos y nietos. Además de ser una costumbre muy saludable, las conservas evitan que se tiren a la basura los excedentes de alimentos y como las materias primas se procesan recién recolectadas, conservan todos sus nutrientes, como las vitaminas. ¡Son saludables y están buenísimas!
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